Hola, me llamo Aylin Moreno y yo soy la manejadora de investigaciones y desarrollo para Washington Fruit & Produce Company. El estudio que yo tuve en la universidad fue en Washington State University donde estudié bioquímica y ciencias de plantas.

Aparte de eso, también obtuve mi maestría en data de analítica de la Universidad de University of Washington.

Después de mis estudios, entre mis estudios, mejor digo, empecé como una internada, una internada que trabajó en la papa y la cebolla. Después de eso regresé a la escuela y empecé mi siguiente internado, que fue para una compañía de química.  Es donde estuve atrapando bichos y también estuve asesándolos y explorar qué son y dar cuentas y ver qué es lo que está pasando.

Cuando me gradué de la escuela, empecé otra internada que fue en Wetnachee, en una compañía creciendo manzanas, peras y cerezas. Ahí nomás fui como asistente del manejador de ranchos y como yo no, mi familia no es una familia que creció al rancho o que es “de rancho”, como dirían muchas personas, yo tuve que aprender cómo hacer la poda, cómo hacer el riego, cómo hacer los pagos de compañía, a mano. Me dijeron, “Oye, aquí están tus tijeras y ¿por qué no te pones a cortar los árboles, como la cuadrilla?”. Para una persona que fue a la escuela, que se graduó, fue extremadamente movedor. Es trabajo honrado, pero fue un trabajo muy difícil, mentalmente y físicamente. Porque sé cómo trabajar en el rancho y qué se necesita para ser un buen trabajador de rancho.

Me ayudó mucho saber por qué pasan los problemas en los ranchos. Empecé mi primer trabajo después de la universidad. Nosotros hicimos tiempo completo, y eso fue para la compañía que fue mi última internada. Ahí aprendí de que si no me hubieran puesto a cortar los árboles, a podar los árboles, disculpen, y a saber de químico y saber a manejar un tractor, que nunca iba a ser la persona que quería ser en esta industria. Me pusieron a hacer mucho trabajo de logística que tenía mucha data, mucha información, muchas aplicaciones, cómo cambiar todas esas cosas utilizando la tecnología, que al tiempo, con una persona joven, no fue algo que fue… que me intimidó. Fue que algo que, en verdad, yo quise obtener, superar y seguir usándolo, y enseñar a la gente cómo usarlo bien y como sentirse competente con ello. Con eso, empecé a usar la data de los sensores que usamos en los ranchos para investigar más en lo que está pasando en el rancho y porqué la fruta le pasa esto, porque tenemos esta cierta peste o no.

Cuando llegué a un nivel de sabiduría dije, “Oye, me toca mi siguiente reto, yo quiero otro reto”. Y ese reto fue que cuando estaba trabajando en esa compañía de tiempo  completo de todos modos me animé y empecé mi maestría de la Universidad de Washington en lo de data de analítica. Dije, “¿Sabes qué? ya lo estoy haciendo en el trabajo, mejor hacer… aprender más y ser mejor en lo que estoy haciendo y en lo que me nace ¿verdad?”. Porque a todos nos nacen cosas diferentes. Para mí sí, en realidad, me nació mucho usar la información de la tecnología para arreglar cosas, descubrir problemas y hablar con la gente del rancho y tener soluciones para esto. Aunque cada año es diferente, hay muchas variables, yo quería poder tener esas respuestas de que me preguntaban a mí y yo quería saber, y sabía que la tecnología y la data me lo iban a facilitar.

Cuando me gradué de mi programa de maestría me animé, dije “¿Sabes qué? hay que tomar el siguiente reto”. Y el siguiente reto fue de que me animé a hacer ese trabajo de manejador de investigaciones y desarrollo. Aunque no tengo mucha experiencia, soy joven, me animé porque dije “¿Sabes qué? de todos modos quiero aprender, voy a seguir aprendiendo toda mi vida, si no es ahora va a ser mañana. Entonces ¿por qué no ahora?”. En este trabajo me he dedicado más a los programas de químicos. Aparte de la tecnología y todo eso, me enfoque más en, en realidad enfocarme en qué es lo que le está pasando al suelo, que le está pasando al árbol, que le está pasando a la manzana, o la pera, o la cereza.

Entonces como ya tenía mi experiencia de fisiología de plantas, pero también de rancho, de los trabajos del rancho, y luego ya tenía arriba esa capa de data, de analítica, quise “¿Sabes qué, por qué no usar todas esas cosas y entonces tener esas soluciones? Usar la estadística para, en realidad, darles respuestas y dárselas maduras”. No más un pensamiento de que “Oh, como que creo que es esto, pero creo que es esto”. No, eso, en realidad, empezó a descubrir las capas de errores que tenemos en ese tipo de trabajo. Y si no terminamos este año, siempre dijimos “Bueno, al siguiente año”. Bueno, este tipo de trabajo que empecé hacer es más de que “¿Sabes qué? no, vamos a hacerlo este año”.

Y los números que no nos gustan, los malos, los que nos caen mal, esos son en los que nos vamos a enfocar. Porque ahí están nuestros problemas, en los números que en realidad, caos, que están causando los problemas y no los números que nos hacen ver bien. A veces nos tenemos que reenfocar de lo bueno a lo malo. Porque lo que estamos haciendo bien, sabemos que estamos haciendo bien. Pero a lo que falta, lo que estamos haciendo mal, a lo que le falta, esos errores de información, de que, “Oh, por qué siempre me sale esto?”. Y es parte de la curiosidad para todos: “¿Por qué siempre pasa esto? Ya me cayó mal esta aplicación, siempre da los números mal”. Ok, entiendo eso, pero ¿por qué pasa? Nunca te has preguntado por qué pasan esas cosas. Yo si me pregunte y a mí me gusta preguntarles mucho a las personas que son mis compañeros de trabajo “¿Oye, porque crees que pasa esto?”. Y tener esa conversación, poder ir al rancho a verificar que es lo que está pasando, pero además usar esa capa de información que de todos modos ya estamos pagando por el servicio y por la información. ¿Por qué no usar esa capa para poder descubrir o resolver problemas?

Una de las cosas que siempre me gustaría ofrecer como para la gente más joven que tiene interés en esta industria pero no necesariamente tiene, como se dice, como todos dicen, las palancas, para poder, este, no más sobrevivir, pero vivir una vida próspera y tener un trabajo que no más, que en realidad te está ayudando avanzar nomás como profesional, pero como persona: Hay muchisisísimas oportunidades. No nomás tienes que ser manejador de ranchos, también puedes hacer manejador de investigaciones y desarrollo. O puedes hacer un consultante. Hay muchas oportunidades, y lo que yo siempre le digo a las personas es que salgan de ese, de ese humor de que “¿sabes qué? No es para mí, no me dan ganas, no sé si voy a ser el tipo de persona que va a sobrevivir o va a ser ver feliz en esta industria”. A mí me ha traído mucha felicidad. Y como les he dicho, yo no vine de… de ranchos. Yo no me crié entre ranchos o gente de rancho o nada así. Pero yo siempre quise “¿Sabes qué? a mí me gusta estar afuera, a mí me gusta ver el sol, a mí me gusta estar con la gente, a mí me gusta hablar con las personas, ser sociable, pero también quiero ser un buen trabajo”. Y esta industria me ha dado las habilidades, la experiencia para tener la confianza de que sí, voy a poder. Y yo le digo que si yo pude, cualquier persona también puede. No nomás es de ser aplicado o de hacer todas las cosas de cierta manera. Yo digo que, si tienes carisma, puedes llegar hasta Roma. Hasta nuestros padres nos dijeron “A Roma se llega preguntando”.