Si realmente quisieran, los horticultores podrían levantar la nueva espaldera de Mark De Kleine y moverla. El sistema se asienta por completo sobre el suelo.

De Kleine, un ingeniero agrícola de Prosser, Washington, ha diseñado un sistema de espaldera de postes de acero anclados en zapatas de concreto que se colocan encima del suelo, con lo que se elimina la necesidad de excavar. Tiene dos de ellos en el centro de Washington.

El primero, construido en Prosser, utiliza tubos de acero curvados para formar un arco sobre los corredores de los huertos, anclados en bases de concreto que se empujan una contra la otra, en un bloque de manzanas de sidra de 0.4 hectáreas (1 acre) en la casa de Bill Howell, un horticultor de Prosser.

Las tuberías de acero se anclan en una jaula metálica, dentro de los bloques de concreto. De Kleine ya solicitó una patente para el sistema. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

La estructura utiliza su propio peso y el suelo firme de Howell como fuente de rigidez en lugar de la profundidad, como lo hacen las espalderas tradicionales.

“Aún si estacionaras mi autobús encima de uno de estos aros, no se movería”, afirmó De Kleine.

Howell y su terreno rocoso ofrecieron una oportunidad para probar la invención de Kleine, cuya patente está en trámite.

“Siempre que excavo un agujero, termino con rocas sobre el suelo”, explicó Howell, quien también es gerente del Northwest Nursery Improvement Institute, el instituto de mejoras para viveros del noroeste de Estados Unidos.

No se necesita excavar

Los asesores recomiendan que la profundidad del hoyo del poste corresponda a un cuarto o un tercio de su altura, algo difícil de realizar en terrenos duros. “Esto sería útil en algunos sitios rocosos en el valle del río Hudson (Nueva York), donde los productores necesitan usar dinamita”, apuntó Mario Miranda Sazo, especialista en frutas de la Extensión Cooperativa de la Universidad de Cornell. Ni él, ni Phil Schwallier, especialista en frutas de la Extensión de la Universidad Estatal de Michigan, tienen conocimiento del uso de espalderas sobre el suelo en sus áreas.

Las espalderas están formadas por tubos de acero de 9 metros (30 pies), cada uno con un peso de 68 kilos (150 libras), curvados para colocarlos sobre los corredores del huerto. Cada extremo es insertado en un acoplamiento metálico encapsulado en un contenedor de concreto de 45 kilos (100 libras), inclinado para que coincida con el ángulo de los tubos. El peso jala los tubos hacia abajo como una grapa, transfiriendo la presión a los bloques de concreto, que se empujan entre sí. Entre más presión se ejerza hacia abajo, más fuerte se volverá la estructura. Si se hunden en suelo mojado, mucho mejor.

Los postes curvados no tienen puntas afiladas, lo que le permite al productor estirar una malla en la parte superior, aunque De Kleine recomienda añadir soporte adicional antes de realizar ampliaciones a espalderas existentes. Mientras tanto, sin postes en el suelo, Howell pudo plantar algunos de sus árboles de brotes fructíferos verticales (los llamados árboles “UFO”, por sus siglas en inglés) justo al lado de los pedestales de cemento. Plantó los árboles en abril e instaló las espalderas en mayo.

En la hilera de barlovento, De Kleine duplicó el número de aros para resistir los vientos de 97 km/h (60 mph) y una carga frutal de 120 cestas por acre.

Uno de los beneficios de las espalderas sobre el suelo es que gran parte de la ingeniería ya está hecha; sin embargo, cada productor tendrá diferentes especificaciones, aclaró De Kleine. Por ejemplo, el espaciado de las filas determinará las longitudes de los tubos y los radios de curvatura.

De Kleine basó su diseño en los resultados de su estudio de 2015, el que fue financiado por una subvención de la Comisión de Investigación de Árboles Frutales del estado de Washington. Después de ese proyecto, De Kleine creó la empresa TrellX, el nombre de su nueva estructura sobre el suelo, así como su modelo de ingeniería de espalderas en línea, TrellX.com, el cual también incorpora los principios del estudio.

Indicó que para 2018 habrá una versión comercial del TrellX que se venderá en forma de kit.

De Kleine diseñó una versión vertical de su espaldera sobre el suelo para los huertos de manzana de sidra de Paul Booker en Connell, Washington. (Cortesía de Paul Booker)

A lo vertical

De Kleine comenzó a trabajar en una versión vertical de su espaldera sobre el suelo con el cliente Paul Booker, un horticultor de Connell, Washington, quien también es dueño de Cider Auction, un negocio que vincula a los horticultores con los productores de sidra.

Booker está usando las espalderas en cerca de 1.2 hectáreas (3 acres) de manzanas de sidra plantadas en un sistema de brotes fructíferos verticales. Cuando los árboles crezcan para ser lo suficientemente fuertes como para sostenerse por sí mismos -en unos cinco años, más o menos- planea simplemente mover los postes de la espaldera a un nuevo bloque de arranque.

Sin embargo, la espaldera de Booker no se encuentra completamente sobre este terreno arenoso. Booker y De Kleine clavaron tubos verticales de acero de 3 metros (10 pies) en el suelo, a 0.6 metros (2 pies) de profundidad, a través de conductos en el interior de pedestales de 91 kilos (200 libras) que permanecen en la superficie. Booker, quien es ingeniero mecánico, quería la firmeza adicional, pero piensa que igualmente podría haber utilizado solo pedestales de cemento más anchos.

De cualquier manera, no tiene planes de construir espalderas tradicionales que requieran barrenos.

“Ya vendimos todo y vamos a seguir esa ruta a partir de ahora”, declaró Booker.