Hoy en día, la gran mayoría de las manzanas de Washington se cultivan en regiones que permanecen libres de la mosca de la manzana.

Sin embargo, si esta plaga invadiera dichas áreas mediante el traslado de los residuos vegetales de las áreas urbanas infestadas para preparar la composta en regiones manzaneras, le podría costar a la industria hasta 550 millones de dólares al año.

Esto es según un análisis reciente de la economista Karina Gallardo de la Universidad Estatal de Washington.

“Si perdiéramos el 100 por ciento del área libre de la mosca de la manzana, ello representaría de 510 millones a 550 millones de dólares al año”, informó Gallardo en una presentación ante la Comisión de Investigación de Árboles Frutales de Washington, la cual financió su estudio.

Después de que en un análisis de riesgo de plagas en 2016 encontrara que mover residuos vegetales municipales provenientes de áreas urbanas infestadas a las instalaciones de compostaje en zonas libres de plagas representa un riesgo de propagación aceptablemente alto, el estado empezó a solicitar un permiso que comprobara que el material había sido tratado lo suficiente para matar a las moscas de la manzana antes de la transferencia.

Los costos de la infestación de la mosca de la manzana ocurren tanto en el huerto como durante la exportación, y Gallardo tomó ambos en cuenta para estimar el valor total de proteger las áreas que se encuentran libres de la mosca de manzana en la actualidad.

En el huerto, el costo de controlar las moscas de la manzana depende de qué tanto los productores ya estén rociando contra la carpocapsa (Cydia pomonella), ya que los mismos pesticidas controlan a ambos. La variedad también importa ya que las manzanas de cosecha temprana como la Gala requieren un menor número de aplicaciones respecto a las manzanas de temporada tardía como la Fuji.

Con base en el asesoramiento de los entomólogos, Gallardo estimó que los huertos convencionales con una presión moderada de carpocapsa tendrían que gastar entre 87 y 225 dólares por acre para controlar la mosca de la manzana, dependiendo del momento de la cosecha. Los productores con una baja presión de carpocapsa tendrían que gastar de 257 a 396 dólares más por acre. Los productores orgánicos necesitarían dos rocíos adicionales de Entrust a un costo de cerca de 111 dólares.

“Si la presión de la carpocapsa es alta, solo habrá un rociado adicional a finales de septiembre necesario para controlar la mosca de la manzana, indicó Gallardo, por lo que los costos se dividen en estos escenarios, no podemos ser más precisos a menos que hagamos un mapa de la presión de la carpocapsa en Washington”.

En el frente de la exportación, la cuarentena por la mosca de la manzana afecta a dos mercados: el chino y el canadiense. Específicamente, Canadá restringe las manzanas exportadas a Columbia Británica, pero como una gran parte de las exportaciones de manzanas canadienses provenientes de Washington se envían al este de Canadá vía Columbia Británica, en este análisis Gallardo optó por utilizar las cifras de exportación a Columbia Británica, Alberta y China para concluir que la cuarentena impactaría al 1.74 por ciento de las exportaciones de Washington.

Las exportaciones a México ya están cubiertas por los requisitos para controlar la palomilla oriental de la fruta, los cuales también controlarían las moscas de la manzana, por lo que no cambiaría nada al respecto, adicionó Gallardo.

La restricción de cuarentena por la mosca de la manzana requiere 40 días de almacenamiento a 1 grado Celsius, lo que añade un costo de 11 dólares por contenedor. El tiempo adicional de almacenamiento conlleva una mayor competencia por parte de otras importaciones y retrasos en el envío que pudieran reducir los precios ligeramente. Gallardo estima una disminución de cerca de un 1.8 por ciento del precio para las manzanas Red Delicious y Gala, y de 3.1 por ciento para las manzanas Fuji.

Actualmente, menos del uno por ciento de la superficie cultivada con manzanos comerciales de Washington se encuentra amenazada por la actividad de la mosca de la manzana y en cuarentena, por lo que se incurre en costos tanto de control de plagas como de restricciones para las exportaciones.

Alrededor del 14 por ciento de la superficie de cultivo convencional está en cuarentena, pero no está amenazada activamente por la plaga, y 85 por ciento de la superficie de cultivos convencionales y 97 por ciento de la superficie de cultivos orgánicos se encuentra en áreas que no tienen plagas ni tampoco están en cuarentena.

A través de evaluaciones, los productores financian el programa de control de la mosca de manzana del Departamento de Agricultura del Estado de Washington con cerca de 750,000 de dólares al año para inspeccionar trampas, apoyar a las juntas de plagas de los condados para los esfuerzos de control y educación. Tiene una gran relación costo-beneficio, afirmó Gallardo.

“Una pérdida del 20 por ciento de las áreas que están libres de las moscas de la manzana representaría de 100 a 110 millones de dólares conforme a los resultados de los tres escenarios de presión de carpocapsa, en comparación con el costo del programa preventivo de 700,000 dólares por año”, indicó en un correo electrónico.