Este artículo apareció originalmente en la edición del 15 de enero de 2020 de la revista Good Fruit Grower: Fungicide resistance a growing concern


El desafío de manejar el mildiú polvoriento y el moho gris o Botrytis podría ser cada vez más difícil para los viticultores de Michigan

Timothy Miles

Timothy Miles

Timothy Miles, un especialista de extensión que administra el Laboratorio de Patología de Frutos Pequeños de la Universidad Estatal de Michigan, habló sobre los trabajos de su grupo de investigación para estudiar la resistencia a los fungicidas en ambas enfermedades durante la EXPO Comercial de Frutas, Verduras y Huertas de los Grandes Lagos de 2019 en Grand Rapids, Michigan, el pasado diciembre.

Miles indicó que ambos patógenos presentan una gran resistencia a los fungicidas empleados comúnmente en Michigan. La resistencia se presenta cuando una población de patógenos cambia de ser sensible a ser insensible a un fungicida. Al principio, solo una pequeña fracción de la población de patógenos es resistente, pero con el tiempo y la exposición repetida a dicho fungicida, la característica de resistencia crecerá en toda la población mediante la presión continua de selección.

“Si se sigue aplicando dicho fungicida, toda la población cambiará”, explicó Miles.

Desafortunadamente, los nuevos fungicidas para los viticultores son una rareza, lo cual limita sus opciones de manejo.

“Hay muchos que usamos una y otra vez”, aseguró Miles. Le preocupa que los fungicidas actuales no puedan funcionar tan bien como lo hacían cuando fueron se pusieron a la venta por primera vez.

Mildiú polvoriento observado en uvas Concord en East Lansing, Michigan. (Cortesía de Timothy Miles/Universidad Estatal de Michigan)

Mildiú polvoriento observado en uvas Concord en East Lansing, Michigan. (Cortesía de Timothy Miles/Universidad Estatal de Michigan)

El mildiú polvoriento, causado por el patógeno fúngico Erysiphe necator, probablemente es la enfermedad de uvas más devastadora en todo el mundo y requiere de un manejo intenso, afirmó. Se produce donde se cultiva la uva. Miles está colaborando con los investigadores de todo el país en un proyecto financiado por la Iniciativa de Investigación de Cultivos Especializados del Departamento de Agricultura de los EE. UU., para evaluar la resistencia del mildiú polvoriento a los fungicidas y mitigar los impactos.

Un manejo eficaz requiere del uso de numerosas aplicaciones profilácticas de fungicidas. Pero debido a restricciones económicas y logísticas, los productores solo utilizan unas pocas clases de fungicidas para controlar la enfermedad, lo cual puede causar un rápido desarrollo de resistencia a fungicidas en la población de patógenos. Miles indicó que los fungicidas del grupo FRAC 11 —inhibidores externos de la quinona— están enfrentando resistencia.

Desde la perspectiva de la investigación, el mildiú polvoriento es una enfermedad con la cual es difícil trabajar. No crece fácilmente en el laboratorio, por lo que los estudios requieren investigación de campo al aire libre, así como herramientas moleculares más recientes, explicó Miles.

Botrytis o moho gris en uvas híbridas Aurora en Lawton, Michigan, seguido de la división de la fruta. (Cortesía de Timothy Miles/Universidad Estatal de Michigan)

Botrytis o moho gris en uvas híbridas Aurora en Lawton, Michigan, seguido de la división de la fruta. (Cortesía de Timothy Miles/Universidad Estatal de Michigan)

La Botrytis cinerea es un patógeno pre y postcosecha que causa podredumbre del racimo en las uvas. La enfermedad puede causar la pérdida de la cosecha de uvas de hasta un 100 por ciento. Se han utilizado varios fungicidas para controlar el patógeno, incluyendo anilinopirimidinas, inhibidores externos de la quinona, hidroxianilidas, dicarboximidas, fenilpirroles e inhibidores del succinato deshidrogenasa, según Miles.

Sin embargo, el patógeno ha desarrollado resistencia a uno o varios fungicidas en varios lugares de Michigan, y parece que la resistencia está aumentando en todos los viñedos del estado. Miles indicó que los niveles más elevados de resistencia se encontraron con los fungicidas de la clase FRAC 11, los inhibidores externos de la quinona, y los fungicidas de la clase FRAC 7, los inhibidores del succinato deshidrogenasa.

Los productores que sospechen un caso de resistencia al mildiú polvoriento pueden enviar una muestra a Miles (milesti2@msu.edu) y Nancy Sharma (sharm115@msu.edu) durante la temporada 2020 como parte del proyecto de la USDA. Actualmente no se cuenta con un servicio para detectar la resistencia a fungicidas en botrytis, pero se están explorando opciones, indicó Miles.

Debido a las limitadas herramientas químicas disponibles para manejar la resistencia a los fungicidas, Miles enfatizó la importancia de las buenas prácticas de cultivo para los viticultores. Hizo algunas recomendaciones generales:

—Abrir el dosel y secarlo.

—Rotar el uso de fungicidas. (Incluir productos biológicos más nuevos y productos de contacto más antiguos cuando sea posible).

—No aplicar la dosificación a medias.

—Apuntar la aspersión hacia el área alrededor de la floración.

—Utilizar la aspersión latente para mantener el inóculo bajo.

—Practicar una mejor cobertura de aspersión. (Aplicar en todo el dosel con gotas del tamaño adecuado.)

—por Matt Milkovich