Este artículo apareció originalmente en la edición de noviembre de 2019 de la revista Good Fruit Grower: Washington vineyards facing phylloxera


Una filoxera hembra pone un huevo amarillo pálido en la raíz de una vid; más abajo se observan huevos maduros de color más marrón y larvas recién nacidas. La filoxera que reduce la productividad de las uvas de vino sembradas en sus propias raíces fue detectada recientemente en viñedos alrededor del Valle de Walla Walla en Washington. (Cortesía de Doug Walsh/Universidad Estatal de Washington)

Una filoxera hembra pone un huevo amarillo pálido en la raíz de una vid; más abajo se observan huevos maduros de color más marrón y larvas recién nacidas. La filoxera que reduce la productividad de las uvas de vino sembradas en sus propias raíces fue detectada recientemente en viñedos alrededor del Valle de Walla Walla en Washington. (Cortesía de Doug Walsh/Universidad Estatal de Washington)

En lo que se refiere a los problemas de plagas, es mejor saber que no saber.

Esa es la ventaja que tienen los viticultores del Valle de Walla Walla en Washington, quienes este otoño han hecho el desagradable descubrimiento de que la filoxera se esconde en las raíces de sus vides. Aunque la noticia se propagó por los titulares de los medios que se especializan en vinos, muchos investigadores y líderes de la industria aseguran que solo se trata de otra plaga.

“La manejaremos como cualquier otra plaga o enfermedad”, afirmó Vicky Scharlau, directora ejecutiva de la Asociación de Viticultores de Washington. No son buenas noticias, pero tampoco se trata de una crisis: el deterioro causado por la filoxera toma años en desarrollarse y mientras tanto no tiene impacto en la calidad de la fruta.

“Hallarla no significa que sea nuevo, únicamente significa que la encontró”, afirmó Michelle Moyer, viticultora de la Extensión de la Universidad Estatal de Washington. Elogió a los productores que han hecho inspecciones en busca de la plaga cuarentenaria: ahora, algunos de ustedes saben el porqué del deterioro en algunas zonas, mientas que otros saben de qué estar al pendiente.

“No se puede manejar lo que se desconoce”, indicó.

Los productores que enfrentan el deterioro de sus vides, como este viñedo en Walla Walla, han decidido inspeccionar el sistema radicular en busca de filoxera como posible causa, informó Michelle Moyer, viticultora de la Extensión de la Universidad Estatal de Washington. La mejor opción para el manejo a largo plazo de esta plaga es volver a sembrar viñedos en portainjertos resistentes, añadió, ya que esta es común en la mayoría de las principales regiones vitícolas. (Cortesía de Michelle Moyer/ Universidad Estatal de Washington)

Los productores que enfrentan el deterioro de sus vides, como este viñedo en Walla Walla, han decidido inspeccionar el sistema radicular en busca de filoxera como posible causa, informó Michelle Moyer, viticultora de la Extensión de la Universidad Estatal de Washington. La mejor opción para el manejo a largo plazo de esta plaga es volver a sembrar viñedos en portainjertos resistentes, añadió, ya que esta es común en la mayoría de las principales regiones vitícolas. (Cortesía de Michelle Moyer/ Universidad Estatal de Washington)

La filoxera se alimenta de las raíces de las vides, lo cual reduce la productividad a lo largo del tiempo y finalmente mata a las vides con raíces propias. Se ha encontrado en Washington durante los últimos 100 años, pero de forma muy esporádica y por lo general en viñedos Concord donde no es una plaga económica. La mayoría de las regiones vitícolas del mundo la gestionan mediante la siembra de vides injertadas en portainjertos resistentes, pero en Washington la falta de presión por parte de la filoxera dio paso a que casi todos los viñedos crezcan en sus propias raíces. Los suelos muy arenosos podrían proteger muchos de ellos, pero en zonas menos arenosas, los viñedos son vulnerables a la filoxera.

La industria vitícola del estado respondió a los nuevos hallazgos mediante un llamado a los productores a que usen las mejores prácticas durante la cosecha para prevenir la propagación de la filoxera, la cual puede trasladarse mediante la tierra y en las botas, el equipo y los vehículos.

Es probable que haya estado presente en la región de Walla Walla por años, si no es que por décadas, afirmó Moyer, así que los nuevos hallazgos no significan que se haya introducido al área recientemente. “Y es probable que también esté en otras partes, lo que ha ocurrido es que los productores de Walla Walla la buscaron primero”, indicó.

En busca de la filoxera

Moyer instó a los productores de todo el estado a inspeccionar las raíces de las áreas de sus viñedos que estén rindiendo menos de lo esperado o que tengan poco vigor. Estas podrían mostrarse como óvalos alargados a lo largo de las filas de vides en las imágenes del índice de vegetación de diferencia normalizada (NDVI) , indicó. Desentierre algunas raíces que estén en crecimiento, dentro del primer pie de profundidad, en busca de la filoxera y las agallas que se forman en las puntas de las raíces como resultado de su alimentación. Será suficiente una lupa sencilla para poder ver los insectos amarillentos semejantes a los pulgones.

Aunque es una plaga cuarentenaria, todas las muestras tomadas hasta ahora han sido voluntarias.

Las uvas esperan su cosecha en la bodega Pepper Bridge Winery en el Valle de Walla Walla en septiembre. Los hallazgos recientes de filoxera causaron alarma en la región, pero los expertos dicen que la plaga da paso a un lento deterioro de productividad y la industria todavía tiene tiempo para aprender cómo manejar esta nueva plaga, la cual es común en muchas de las regiones vitícolas principales. (Kate Prengaman/Good Fruit Grower)

Las uvas esperan su cosecha en la bodega Pepper Bridge Winery en el Valle de Walla Walla en septiembre. Los hallazgos recientes de filoxera causaron alarma en la región, pero los expertos dicen que la plaga da paso a un lento deterioro de productividad y la industria todavía tiene tiempo para aprender cómo manejar esta nueva plaga, la cual es común en muchas de las regiones vitícolas principales. (Kate Prengaman/Good Fruit Grower)

El Departamento de Agricultura del Estado de Washington (WSDA) realizó un pequeño muestreo de las principales regiones vitícolas este otoño, pero se requerirían fondos adicionales de la industria para realizar un estudio de gran escala para determinar dónde se ha establecido la filoxera y dónde no, apuntó Cindy Cooper, gerente del programa de servicios para plantas del WSDA.

“Tengo esperanza de que podremos descubrir dónde se encuentra, y junto con la Universidad Estatal de Washington podremos ayudar a esos viñedos a establecer las mejores prácticas de manejo”, declaró. “Esto lo impulsa la industria. Estas cuarentenas se establecen para proteger la industria”.

A medida que miembros de la industria se reúnan este invierno para establecer un plan de respuesta, Scharlau espera obtener apoyo y encontrar financiamiento para realizar un estudio más exhaustivo.

“Necesitamos realizar un estudio amplio y exhaustivo del estado de Washington en 2020 y necesitamos que la industria lo apoye”, afirmó.

Los productores no tienen por qué temer a las reglamentaciones de cuarentena que están diseñadas para protegerlos, aseguró Scharlau. Cuando se encuentra una plaga cuarentenaria, el WSDA requerirá que el dueño de las tierras o el viticultor aplique las mejores prácticas de manejo, conforme lo recomendado por la Universidad Estatal de Washington, indicó Cooper.

“La industria le tiene un poco de miedo a nuestra capacidad reglamentaria, pero no tenemos el personal para ir e inspeccionar los viñedos de todo el mundo en busca de la plaga”, apuntó. “No vamos a salir e imponer multas de miles de dólares a todos los que tengan filoxera”.

La Universidad Estatal de Washington también espera realizar un mapa del suelo para ayudar a los viticultores de Washington a evaluar su riesgo de filoxera, indicó el profesor de viticultura Markus Keller. Mientras más arenoso sea el suelo, menos posibilidad habrá de que la filoxera prospere, afirmó, pero no es cierto que la mayoría de los suelos del estado sean inhóspitos para la plaga.

“Sí, tenemos muchos suelos arenosos, eso nos va a ayudar”, afirmó. “De cualquier suelo parecido al Quincy no nos tendremos que preocupar, pero tan pronto se tenga un poco de arcilla, se tendrá algún riesgo de filoxera”.

Manejo

En el mundo del vino, el nombre de la filoxera tiene un mejor reconocimiento que la mayoría de las plagas y patógenos con los que lidian los productores habitualmente, gracias a la bien conocida historia de cómo estuvo a punto de destruir los viñedos europeos después de su introducción desde el este de Norteamérica en la década de 1860.

Varias uvas silvestres de Norteamérica resisten la plaga o crecen bien a pesar de ella, y esas especies brindan la base genética de los portainjertos resistentes que han sido usados para manejar la filoxera por más de un siglo.

A medida que la filoxera se propaga por las principales regiones vitícolas del mundo, los productores han resembrado en portainjertos. Probablemente eso también será la solución a largo plazo para Washington.

El enólogo de Pepper Bridge, Jean-François Pellet, posa con una carga de uvas Syrah recién cosechadas en Walla Walla en septiembre. Pellet asegura que los recientes hallazgos de filoxera en sus viñedos, así como otros por toda el área vitivinícola americana (AVA) son “parte de la evolución de la industria” y que los viñedos todavía producen frutos de primera calidad, lo cual les da tiempo a los productores para aprender cómo responder mejor y volver a sembrar en portainjertos resistentes donde sea necesario. (Kate Prengaman/Good Fruit Grower)

El enólogo de Pepper Bridge, Jean-François Pellet, posa con una carga de uvas Syrah recién cosechadas en Walla Walla en septiembre. Pellet asegura que los recientes hallazgos de filoxera en sus viñedos, así como otros por toda el área vitivinícola americana (AVA) son “parte de la evolución de la industria” y que los viñedos todavía producen frutos de primera calidad, lo cual les da tiempo a los productores para aprender cómo responder mejor y volver a sembrar en portainjertos resistentes donde sea necesario. (Kate Prengaman/Good Fruit Grower)

“La única desventaja que tiene es el costo”, apuntó Jean-François Pellet, el enólogo de Pepper Bridge Winery en Walla Walla. Él es un viticultor de tercera generación de Suiza, donde los portainjertos son lo habitual. Hay mucho que aprender sobre cómo usarlos mejor en Washington, pero la industria tiene tiempo para aprender, afirmó.

“No sé cuánto tiempo tardarán en deteriorarse esas vides, pero no van a morir de la noche a la mañana”, señaló. La cosecha de este año se veía muy bien, afirmó cuando Good Fruit Grower lo visitó en septiembre.

Desde que se reportaron los primeros hallazgos, justo antes de la cosecha, la respuesta inicial fue limitar la propagación involuntaria de la plaga mediante trabajadores y equipos. Limpiar la tierra que se encuentre en los cajones, vehículos y zapatos de los trabajadores es esencial, de acuerdo con una lista de mejores prácticas compartida por la Asociación de Viticultores de Washington y la Comisión de Vino del Estado de Washington.

Muchas de las mejores prácticas provienen de Australia, país que cuenta con cuarentenas estrictas para prevenir la propagación de filoxera. Aunque la plaga ha obligado a algunas regiones a resembrar en portainjertos resistentes, entre la cuarentena y los suelos arenosos, muchas regiones han seguido usando las raíces propias y no han sufrido daños.

A corto plazo, los productores pueden tratar de combatir el deterioro causado por la filoxera mediante irrigación y nitrógeno adicionales para promover el vigor, dijo Moyer.

En cuanto a los controles químicos, Moyer y el pedagogo de la Extensión de la Universidad Estatal de Washington, Gwen Hoheisel, en su boletín dirigido a la industria, recomendaron no aplicar plaguicidas en otoño. También recomiendan no arrancar las vides individuales infectadas, ya que el disturbio podría de hecho aumentar la tasa de propagación.

Se tienen planificadas sesiones educativas sobre la filoxera para las reuniones invernales de la industria. La buena noticia es que existe buena información en abundancia proveniente de otras regiones vitícolas que han manejado con éxito la filoxera, afirmó Moyer.

“La filoxera ha pasado por cada región vitícola del mundo, así que ¿por qué no ha de venir a Washington?”, señaló Pellet. “Todo es parte de la evolución de nuestra industria”.

—por Kate Prengaman