Este artículo apareció originalmente en la edición del 15 de mayo de 2019 de la revista Good Fruit Grower: Winter cherry modeling is coming


David Gibeaut de la Universidad Estatal de Oregón (OSU) separa brotes de cereza para pruebas de resistencia al frío en una cámara congeladora, a la izquierda, en febrero en el centro de Investigación y Extensión Agrícola de Mid-Columbia de OSU en Hood River. Los productores de cereza en Washington y Oregón están financiando el trabajo de Gibeaut para construir un modelo de resistencia al frío para las cerezas. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)

David Gibeaut de la Universidad Estatal de Oregón (OSU) separa brotes de cereza para pruebas de resistencia al frío en una cámara congeladora, a la izquierda, en febrero en el centro de Investigación y Extensión Agrícola de Mid-Columbia de OSU en Hood River. Los productores de cereza en Washington y Oregón están financiando el trabajo de Gibeaut para construir un modelo de resistencia al frío para las cerezas. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)

Para este otoño, los productores de cerezas del noroeste tendrán un modelo de simulación en línea que tomará en cuenta su ubicación para ayudarlos a determinar cuándo deben encender las máquinas de viento o los calentadores de sus huertos, algo con lo que sus colegas productores de uvas cuentan desde hace años.

“Eso es lo que queremos”, afirmó David Gibeaut, el investigador de la Universidad Estatal de Oregón (OSU) que está desarrollando el modelo.

Gibeaut lleva monitoreando tres años las temperaturas a las que los brotes se congelan durante el año y recopilando los datos en una inmensa base de datos que alimentará al modelo, el cual estará disponible en AgWeatherNet. Será uno de los primeros servicios de aplicaciones móviles para la red meteorológica que maneja la Universidad Estatal de Washington y les permitirá a los productores personalizar mejor su uso del modelo.

Para determinar los puntos de congelación, recogió muestras durante la temporada, separó los brotes de los racimos con una hoja de afeitar y los empacó en papel de aluminio antes de colocarlos dentro de cámaras sensibles a la temperatura. Luego colocó las cámaras en bandejas dentro de un congelador que gradualmente baja la temperatura. Cuando una flor dentro del brote se congela y muere, emite una pequeñísima cantidad de calor, la cual esas cámaras están diseñadas a detectar y registrar.

El modelo estará ligado a las etapas fenológicas de desarrollo de los brotes, en particular porque el árbol despierta de su estado latente en la primavera. La cantidad de tiempo que un árbol pasa en latencia es uno de los misterios de las cerezas, aseguró Gibeaut. Para cuando un productor ve la hinchazón de los brotes, el periodo de latencia ya se ha acabado.

“Esa es una de las cosas que estamos intentando entender mejor”, declaró.

Saber cuándo termina la latencia también permitirá que los productores usen el modelo de cerezas en línea para predecir el momento de floración y de cosecha.

Su trabajo ha sido financiado con subvenciones de la Comisión de Cerezas Dulces de Oregón y la Comisión de Investigación de Árboles Frutales del Estado de Washington que, de ser renovadas, sumarán $370,000 USD.

En un futuro, espera construir modelos para las peras y las moras azules.

Los productores de uvas han tenido acceso a un modelo de resistencia al frío por varios años en AgWeatherNet, el cual les permite predecir cuánto frío aguantarán sus parras antes de sufrir daños.

Gibeaut recoge muestras de brotes de cerezas en el huerto experimental del centro de investigación y extensión. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)

Gibeaut recoge muestras de brotes de cerezas en el huerto experimental del centro de investigación y extensión. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)

Gibeaut y AgWeatherNet comenzaron a operar el año pasado una versión beta provisional del modelo de cerezas que solo está disponible por Internet. Vislumbran que la versión final será capaz de interactuar con los productores de cerezas y aprenderá de sus aportaciones para ajustarse continuamente. “Parte de su atractivo es que se presta para eso”, explicó Gibeaut.

Al mismo tiempo, el modelo de las cerezas ayudará a comenzar una nueva era para AgWeatherNet, indicó David Brown, quien fue contratado como su nuevo director en noviembre.

“Esto es muy emocionante para nosotros”, declaró Brown.

Para comenzar, el servicio meteorológico pondrá mayor énfasis en el desarrollo de aplicaciones móviles aparte de la plataforma web tradicional, informó. A lo largo del tiempo, el servicio combinará los datos de varias estaciones meteorológicas cercanas y las aportaciones de los productores para hacer predicciones sobre un bloque o huerto determinado —lo que Brown denomina una “unidad de gestión”— no una estación meteorológica que se encuentra a varias millas de distancia.

“La entrega de pronósticos y herramientas meteorológicas para unidades de gestión particulares nos permitirá solicitar la retroalimentación de los productores mediante esta aplicación”, indicó Brown. El programa aprenderá sobre las condiciones meteorológicas, el cultivo, la variedad, el manejo, la etapa fenológica, la calidad de la fruta y el rendimiento particulares a un bloque. Mientras más interactúen los productores con la aplicación y le aporten datos, mejor será el desempeño de los modelos y de las herramientas.

En la actualidad, los productores elijen una de las 176 estaciones automatizadas más cercanas a ellos, aportan sus datos y reciben los resultados. Cualquier modificación particular a su ubicación la deben tomar en cuenta en su propia cabeza.

Si todo prosigue según lo previsto, el modelo de cerezas de Gibeaut será la segunda aplicación de AgWeatherNet que se ha lanzado primero como una aplicación, informó Brown, después de una aplicación sobre el estrés térmico dirigida a los trabajadores cuya versión beta se lanzará en mayo. Sin embargo, el programa de las cerezas eventualmente será mucho más interactivo.

—Por Ross Courtney

Este artículo fue publicado originalmente en la edición del 15 de mayo de 2019 de Good Fruit Grower.