En abril del 2023, Bella Barrera, una estudiante de la secundaria (escuela intermedia), hace señales a su compañera de escuela Kimberly Bravo mientras las dos intentan navegar un dron por un circuito de obstáculos, como parte de un evento educativo en el Centro de Investigación y Extensión de Agricultura de Riego de la Universidad Estatal de Washington (WSU), cerca de Prosser. El estudiante de doctorado Jake Schrader, a la derecha, asesora. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)
En abril del 2023, Bella Barrera, una estudiante de la secundaria (escuela intermedia), hace señales a su compañera de escuela Kimberly Bravo mientras las dos intentan navegar un dron por un circuito de obstáculos, como parte de un evento educativo en el Centro de Investigación y Extensión de Agricultura de Riego de la Universidad Estatal de Washington (WSU), cerca de Prosser. El estudiante de doctorado Jake Schrader, a la derecha, asesora. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)

Con un poco de risa y unas bromas amistosas, los estudiantes de secundaria forman parejas para conducir vehículos aéreos no tripulados a través de circuitos de obstáculos en el Centro de Investigación y Extensión de Agricultura de Riego de la Universidad Estatal de Washington (WSU) en Prosser.

La mayoría de los estudiantes que participaron en la actividad proceden de familias que trabajan en la agricultura, explica Brett Carr, profesor de ciencias de la escuela secundaria en Wapato, quien acompañó a los jóvenes. Estas excursiones podrían exponer a los estudiantes a trabajos agrícolas específicos que quizá no hubieran imaginado y animarlos a tomar clases de tecnología al entrar en la preparatoria; clases que de otro modo no les habrían interesado.

“Ni siquiera sabían que eso (manejar un dron en una huerta) es un trabajo o que se puede cobrar por hacer cosas así”, dijo.

Ése es el objetivo, según Jordan Jobe, director de proyectos del Instituto AgAID, un consorcio de científicos de varias universidades que buscan formas de aplicar la inteligencia artificial a la agricultura. Dirigido por la WSU, la investigación de USD $20 millones se centra en mejorar la tecnología inteligente para la administración laboral, el manejo del agua, y la gestión de las empresas agrícolas.

Bravo se ríe mientras Barrera y Schrader guían el dron muy cerca de su objetivo. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)
Bravo se ríe mientras Barrera y Schrader guían el dron muy cerca de su objetivo. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)

Otro de los objetivos del Instituto AgAID es acercar las tecnologías agrícolas a las próximas generaciones y, tal vez, inspirarlas para que algún día de manera profesional ellos piloteen los drones, programen los ordenadores y manejen los robots en las futuras tierras de cultivo especializado.

La meta general de nuestros esfuerzos es llegar a los estudiantes en el momento de transformación de sus trayectorias educativas, dijo Jobe, y orientarlos hacia las clases de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (Estas clases son conocidas como STEM, por sus siglas en inglés). 

La visión de alta tecnología de la agricultura sorprendió al estudiante Nathan Gutiérrez. 

“Realmente nunca esperé que los drones se desarrollaran en la agricultura” dijo. “Pensaba que se utilizaban más bien para el combate y esas cosas, ya sabes, cosas de los videojuegos”, comentó el joven. 

En una de las actividades, un compañero se colocaba de espaldas al circuito de obstáculos mientras otro daba indicaciones. El compañero de Gutiérrez, Federico Apodaca, se dio cuenta en seguida de que el viento suponía un problema para el dron que intentó pilotear a través del recorrido.

Era el segundo año que AgAID organizaba este tipo de excursión escolar, con participantes jóvenes de Grandview y Wapato, dos pequeñas poblaciones del valle de Yakima, en Washington. Jobe espera que el número de alumnos participantes se duplique en el año escolar actual.

El Instituto AgAID se dedica principalmente a la investigación, pero parte de su misión consiste en reclutar a la próxima generación de trabajadores agrícolas expertos en la tecnología. Hacer que los jóvenes participen en circuitos de obstáculos de drones es sólo una de sus estrategias. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)
El Instituto AgAID se dedica principalmente a la investigación, pero parte de su misión consiste en reclutar a la próxima generación de trabajadores agrícolas expertos en la tecnología. Hacer que los jóvenes participen en circuitos de obstáculos de drones es sólo una de sus estrategias. (Ross Courtney/Good Fruit Grower)

AgAID se propone hacer un inventario de los programas de formación técnica ya disponibles en cada región del país donde tiene una presencia, como un primer paso en el apoyo de los estudiantes universitarios y los de escuelas técnicas.

AgAID también cuenta con un programa de prácticas que coloca a estudiantes universitarios en trabajos técnicos de verano en varias universidades y una empresa privada conocida como innov8.ag, lo cual es un negocio emergente de ciencia de datos agrícolas. En el año 2022, 14 estudiantes lograron estos puestos a través de AgAID y en 2023 fueron 15 los jóvenes que consiguieron puestos de pasantes. 

Una organización agrícola invita a los becarios a participar en un retiro cada verano para ayudarles a comprender cómo encajan sus proyectos escolares en el sector frutícola en general, explica Jobe.

Para contactar a los estudiantes de la preparatoria, Jobe también participó en las conferencias del club escolar Agricultores Futuros de América (FFA, por sus siglas en inglés) y asistió a las reuniones de los profesores de las ciencias agrícolas para hablar sobre la incorporación de elementos de tecnología agrícola al plan de estudios de ciencias del estado. 

por Ross Courtney


Este artículo ha sido traducido por Jean Dibble y revisado por Jutsely Rivera. Puede ponerse en contacto con Jean en jean@goodfruit.com.