Durante una gira celebrada conjuntamente con la conferencia anual de la Asociación Internacional de Árboles Frutales en febrero de 2020, los visitantes recorrieron a pie un bloque con un sistema de espalderas en V en un huerto de Riveridge Land Co. Ubicado en Grant, Michigan. Riveridge plantó árboles por primera vez con un sistema en V en 2014, con el cual actualmente cultiva 260 acres de manzanas; este sistema es más común en el oeste de los Estados Unidos. (Matt Milkovich/Good Fruit Grower)
Durante una gira celebrada conjuntamente con la conferencia anual de la Asociación Internacional de Árboles Frutales en febrero de 2020, los visitantes recorrieron a pie un bloque con un sistema de espalderas en V en un huerto de Riveridge Land Co. Ubicado en Grant, Michigan. Riveridge plantó árboles por primera vez con un sistema en V en 2014, con el cual actualmente cultiva 260 acres de manzanas; este sistema es más común en el oeste de los Estados Unidos. (Matt Milkovich/Good Fruit Grower)

La Asociación Internacional de Árboles Frutales celebrará su 66ª conferencia anual en Grand Rapids, Michigan, del 12 al 15 de febrero. He aquí un repaso a la conferencia de 2020.

La Asociación Internacional de Árboles Frutales regresó al lugar de su fundación, Michigan, para su 63ª conferencia anual en febrero de 2020.

Tres de las principales áreas de cultivo de frutas de Michigan se encuentran en la región de Grand Rapids: Belding, Fremont y Ridge, esta última, que se caracteriza por colinas onduladas de suelos arcillo-limoso y se extiende 35.4 kilómetros (22 millas) al norte de Grand Rapids con una anchura de 12.9 kilómetros (8 millas), es la fuente de la mayor parte de la producción de manzana de Michigan. Existen más de 8,903 hectáreas (22,000 acres) de manzanos en la región, y el 80 por ciento de las manzanas frescas del estado se venden a través de sus oficinas de ventas, según Amy Irish-Brown y Phil Schwallier, educadores de Extensión de la Universidad Estatal de Michigan que atienden a los productores en la región de Ridge.

Esas oficinas de ventas se han consolidado en el último año o dos en un esfuerzo por mantenerse al día con la consolidación entre los clientes minoristas. Al igual que otras regiones productoras de fruta, Michigan está intentando mantenerse al tanto de un mercado global en constante cambio, y sus productores están adoptando sistemas de cultivo cada vez más precisos e innovadores para mantener su ventaja competitiva.

El educador de Extensión de la Universidad Estatal de Michigan (MSU), Phil Schwallier, analiza un ensayo de un sistema de formación multieje con su audiencia de la IFTA. El ensayo en el Centro de Investigación de Clarksville de la MSU está evaluando cuatro sistemas: superpuntiagudos, doble eje, triple eje y altos y puntiagudos. Hasta ahora, el sistema más productivo del ensayo, en cuanto a contenedores por acre, es el de espalderas superpuntiagudas. (Matt Milkovich/Good Fruit Grower)
El educador de Extensión de la Universidad Estatal de Michigan (MSU), Phil Schwallier, analiza un ensayo de un sistema de formación multieje con su audiencia de la IFTA. El ensayo en el Centro de Investigación de Clarksville de la MSU está evaluando cuatro sistemas: superpuntiagudos, doble eje, triple eje y altos y puntiagudos. Hasta ahora, el sistema más productivo del ensayo, en cuanto a contenedores por acre, es el de espalderas superpuntiagudas. (Matt Milkovich/Good Fruit Grower)

Como parte de la conferencia de la IFTA denominada “Visión Precisa 2020” en Grand Rapids a finales de febrero, que incluyó oradores que destacaron la gestión de precisión del follaje y el huerto, Schwallier e Irish-Brown organizaron un recorrido para mostrar a los productores que han adoptado sistemas de cultivo innovadores y que han estado mejorando sus prácticas de manejo para mejorar su precisión.

“Elegimos paradas para la gira que darían a los miembros (IFTA) un vistazo de las nuevas e innovadoras tecnologías que se ajustan al tema de nuestra conferencia”, señaló Schwallier.

El recorrido incluyó una parada en el Centro de Investigación de Clarksville de la MSU, ubicado a medio camino entre Grand Rapids y el campus principal de la MSU en East Lansing, donde se están realizando varios ensayos de investigación vitales para el futuro de los productores de Michigan.

Entre ellos: un ensayo de sistema de formación multieje en manzanos, dirigido por Schwallier y financiado por la Comisión Árboles Frutales de Michigan. El ensayo, plantado en 2015, incluye cinco variedades en cuatro sistemas: superpuntiagudos, doble eje, triple eje y altos y puntiagudos, todos en portainjertos Nic.29. Todos los sistemas produjeron manzanas de alta calidad con un color rojo excepcional. El sistema más productivo hasta ahora, en términos de contenedores por acre, es el superpuntiagudo. 

“En este momento, estoy a favor del superpuntiagudo, pero también me gusta el alto y puntiagudo“, declaró Schwallier. Quiere continuar con los ensayos durante otros tres años antes de tomar una decisión final.

La variedad más productiva en el ensayo en 2019 fue Gala, con un promedio de 27.5 contenedores por acre, seguida de Fuji (20.4), Jonagold (15.1), McIntosh (11.8) y Honeycrisp (6). Las variedades de alto vigor llenaron el espacio en poco tiempo y comenzaron rápidamente a producir fruta. Honeycrisp se retrasó con respecto a otras variedades en términos de llenar el espacio. En 2019, McIntosh se raleó en exceso y no se desempeñó tan bien como en 2018, señaló.

Schwallier apuntó que los sistemas multieje requieren una mayor inversión de tiempo y dinero por parte del productor, pero los mayores rendimientos la compensan a largo plazo.

Después de Clarksville, el recorrido se dirigió hacia el noroeste, a la zona de Ridge, para ver sistemas innovadores en huertos comerciales.

Justin Finkler, gerente de operaciones de Riveridge, muestra a los visitantes de la IFTA el primer bloque con espalderas en V de su compañía, Royal Red Honeycrisp en Nic.29. Explicó que una de las ventajas del sistema es que reduce los gastos de la formación de los árboles y el atado de ramas. Los árboles, plantados en 2014, todavía necesitan llenar espacio en el alambre superior, el cual se encuentra a unos 10 pies de altura. (Matt Milkovich/Good Fruit Grower)
Justin Finkler, gerente de operaciones de Riveridge, muestra a los visitantes de la IFTA el primer bloque con espalderas en V de su compañía, Royal Red Honeycrisp en Nic.29. Explicó que una de las ventajas del sistema es que reduce los gastos de la formación de los árboles y el atado de ramas. Los árboles, plantados en 2014, todavía necesitan llenar espacio en el alambre superior, el cual se encuentra a unos 10 pies de altura. (Matt Milkovich/Good Fruit Grower)

En un huerto de Riveridge Land Co. en Grant, los visitantes de la IFTA pudieron observar una imagen inusual en Michigan: espalderas en V. El gerente de operaciones, Justin Finkler informó que el bloque de 24 acres de Royal Red Honeycrisp se plantó con una separación de 12 por 2 en el portainjertos Nic.29 en 2014.

Hace varios años, Riveridge buscaba un sistema de cultivo y formación que, según indicó Finkler, “nos permitiera competir con los productores más avanzados en el sector”, es decir, un sistema de alto rendimiento que se prestara a la mecanización. Después de visitar huertos en el oeste de los Estados Unidos, la dirección de Riveridge decidió que el sistema en V era lo que estaban buscando, afirmó.

Terence Robinson, profesor y fisiólogo de cultivos frutales de la Universidad de Cornell, ha estado predicando los beneficios de las copas en forma de V a lo largo de tres décadas. Durante una presentación en la conferencia, recordó a la audiencia de la IFTA que los sistemas en V interceptan más luz y tienen un mayor rendimiento, aunque el color de la fruta en la parte inferior de la V puede ser mediocre (un problema que se puede resolver colocando una lámina reflectora debajo de ellas). Sin embargo, a pesar de los beneficios, el sistema en V no ha sido ampliamente adoptado en el este de los Estados Unidos.

Debido a que el sistema en V no es común en Michigan, Riveridge ha enfrentado una empinada curva de aprendizaje. Pero hay muchas cosas que le gustan hasta ahora. Finkler valora la uniformidad del sistema. Facilita las tareas de precisión, como contar yemas, ramas y frutas, por ejemplo. Los nuevos trabajadores lo dominan rápidamente. Y las plataformas se pueden usar en todo momento, afirmó.

Joe Rasch y Manuel Vargas muestran a los visitantes de la IFTA un bloque de Honeycrisp en el portainjertos Budagovsky 10 con el sistema de espalderas altas y puntiagudas plantado en la primavera de 2019. Utilizan bandas de caucho y alambres para mantener el crecimiento vertical de los árboles. (Matt Milkovich/Good Fruit Grower)
Joe Rasch y Manuel Vargas muestran a los visitantes de la IFTA un bloque de Honeycrisp en el portainjertos Budagovsky 10 con el sistema de espalderas altas y puntiagudas plantado en la primavera de 2019. Utilizan bandas de caucho y alambres para mantener el crecimiento vertical de los árboles. (Matt Milkovich/Good Fruit Grower)

Riveridge tiene ahora 260 acres de manzanas plantadas espalderas en V, inclusive Ambrosia y EverCrisp en Geneva 41. Desde la primera plantación, han estado reforzando el sistema de espalderas, colocando más postes en el suelo, aumentando el ángulo, incorporando más soportes, tensando los cables, fortaleciendo los anclajes y plantando más árboles por acre, con plantaciones posteriores de más de 8,895 árboles por hectárea (3,600 árboles por acre). La inversión inicial es grande, pero la compañía planea continuar con el sistema en V con la convicción de que puede ayudarlos a alcanzar sus objetivos de producción y calidad, indicó Finkler.

“No creo que plantemos otro manzano que no sea en V”, afirmó.

En Joe Rasch Orchards en Conklin, la gira de la IFTA vio una variedad de manzana popular en un sistema popular: Premier Honeycrisp en espalderas altas y puntiagudas. El bloque se plantó en el portainjertos Budagovsky 10 en la primavera de 2019.

Para hacer que el bloque sea más barato y más eficiente de gestionar, usan bandas de caucho para atar los árboles a la espaldera, sujetándolos a un cable de calibre 14 que se cuelga, a través de grapas, de un poste a otro. Solían atar los árboles al bambú, pero el bambú tiende a pudrirse, por lo que atan los árboles a un alambre vertical adicional, que es más barato y más rápido de instalar, agregó Manuel Vargas, uno de los gerentes de la granja.

“Estamos intentando mantener los costos de la espaldera bajos a la vez que evitamos construir una espaldera que no cumpla con las necesidades”, aseguró el propietario Joe Rasch.

Manuel Vargas, gerente de granja en Joe Rasch Orchards, muestra una de las bandas de caucho que usan para atar sus árboles al alambre de calibre 14 que está tensan, con grapas, de un poste a otro. En el bloque Honeycrisp que se muestra aquí, atan los árboles a alambres verticales complementarios. En un bloque cercano de Ambrosia, atan los árboles directamente a los alambres horizontales. (Matt Milkovich/Good Fruit Grower)
Manuel Vargas, gerente de granja en Joe Rasch Orchards, muestra una de las bandas de caucho que usan para atar sus árboles al alambre de calibre 14 que está tensan, con grapas, de un poste a otro. En el bloque Honeycrisp que se muestra aquí, atan los árboles a alambres verticales complementarios. En un bloque cercano de Ambrosia, atan los árboles directamente a los alambres horizontales. (Matt Milkovich/Good Fruit Grower)

Si bien usan alambres verticales en el bloque de Honeycrisp, no necesitan cables verticales en un bloque cercano de Ambrosia en G.935 porque es un árbol muy fuerte que crece rápidamente. Para ese bloque, simplemente atan los árboles al cable horizontal, señaló Vargas.

“Creemos que alcanzarán el alambre superior sin problemas”, afirmó Rasch. “Algunos de ellos casi lo han alcanzado en el primer año”.

En Ridgeview Orchards, el copropietario Dan Dietrich mostró a la audiencia de la IFTA un bloque de 10 acres de árboles injertados con un sistema de doble eje. El bloque existente fue injertado en 2014 y ahora consiste en Fuji, Gala y Honeycrisp en Malling 9 y Nic.29.

En la opinión de Dietrich, el injerto es más barato y un poco más rápido que replantar árboles por completo. La desventaja es que entonces no podrá deshacerse del portainjertos y el espacio entre las hileras existentes, lo cual es quizás menos preciso que una nueva plantación, pero si ya está satisfecho con su portainjertos y marco de plantación, entonces el injerto es una gran opción.

Dan Dietrich, de Ridgeview Orchards, explica el método de injerto de su granja, al cual denomina “injerto lateral”. Colocan las ramas injertadas debajo de las ramas ya existentes para evitar que los injertos se inunden de humedad. (Matt Milkovich/Good Fruit Grower)
Dan Dietrich, de Ridgeview Orchards, explica el método de injerto de su granja, al cual denomina “injerto lateral”. Colocan las ramas injertadas debajo de las ramas ya existentes para evitar que los injertos se inunden de humedad. (Matt Milkovich/Good Fruit Grower)

“Los árboles injertados crecen mejor”, aseguró. “Ya hay una raíz debajo de ellos. El árbol quiere reemplazar lo que perdió rápidamente”.

De hecho, los árboles injertados pueden ser tan vigorosos en los primeros dos o tres años que su crecimiento puede estar casi “fuera de control”, señaló.

“A los árboles vigorosos no les gusta producir fruta”, apuntó Dietrich. “Hasta que el árbol se calme, no siempre se obtiene una buena manzana”.

Cerezas y duraznos también

Riveridge Land Co., empresa que dio a los visitantes de la IFTA un repaso sobre los manzanos en un sistema en V en sus huertos en Grant, Michigan, también mostró un bloque de 20 acres de cerezas dulces —Benton y Skeena en el portainjertos Gisela 5— en un sistema en V plantado en colaboración con Greg Lang, profesor de la Universidad Estatal de Michigan que estudia sistemas de cerezas dulces.

Riveridge decidió “llegar a ese punto en un solo salto” con las cerezas en V hace unos años, informó Lang. Hasta ahora han estado contentos con su rendimiento de cerezas, pero tendrán que estar atentos a los excesos de producción a medida que los árboles se acercan a su cuarta y quinta hoja y comienzan a perder su vigor vegetativo.

Árboles de durazno formados en sistemas de brotes fructíferos verticales (UFO, por sus siglas en inglés) en el huerto Windy Ridge Orchards en Conklin, Michigan. Tienen cuatro variedades en el portainjertos Bailey y un marco de plantación de 9 por 12. El propietario, Chuck Rasch, planea plantar otros 4 acres en sistemas de UFO. Le gusta que los múltiples ejes disminuyan el vigor del árbol. (Matt Milkovich/Good Fruit Grower)
Árboles de durazno formados en sistemas de brotes fructíferos verticales (UFO, por sus siglas en inglés) en el huerto Windy Ridge Orchards en Conklin, Michigan. Tienen cuatro variedades en el portainjertos Bailey y un marco de plantación de 9 por 12. El propietario, Chuck Rasch, planea plantar otros 4 acres en sistemas de UFO. Le gusta que los múltiples ejes disminuyan el vigor del árbol. (Matt Milkovich/Good Fruit Grower)

En Windy Ridge Orchards en Conklin, la gira contempló otra imagen atípica para Michigan: los duraznos en sistemas de UFO. El propietario Chuck Rasch ha estado cultivando duraznos desde 1985 y actualmente tiene 2 hectáreas (5 acres). Menos de una hectárea (2 acres) están plantadas en sistemas en V, el resto en sistemas de UFO.

Rasch decidió probar los sistemas de UFO en 2015, después de ver un ensayo en el Centro de Investigación Clarksville de MSU. El UFO no es un sistema común para los árboles de durazno, los cuales carecen de portainjertos enanizantes, pero a Rasch le gusta el sistema porque funciona bien con la tendencia de crecimiento vertical del árbol de durazno, mientras que al mismo tiempo ralentiza su vigor mediante múltiples ejes.

El bloque con UFO de 3 acres de Rasch está compuesto por las variedades Starfire, EarliGlo, Allstar y Glowing Star, todas plantadas en el portainjertos Bailey. Hasta ahora, los árboles están fructificando bien y producen alrededor de 20.7 toneladas por hectárea (440 bushels por acre). Todavía no está seguro si recomendaría el sistema de UFO a otros productores de duraznos en la zona; quiere ver cómo le va dentro de cinco años, pero planea plantar otras 1.6 hectáreas (4 acres) esta primavera.

por Matt Milkovich