Los productores de uva de vino deben tener en cuenta el seguro si ven humo en el horizonte este año.

Tras el ardiente 2017 en California, las compañías de seguros vieron un aumento en las denuncias por la contaminación del vino, cuando el humo afecta el sabor del vino y, por lo tanto, el valor de las uvas de vino entregadas a la bodega.

Los programas de seguro cubren la contaminación de humo según las reglas de la Agencia para la Administración de Riesgos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos o RMA, pero solo con una reclamación oportuna, advirtieron los expertos. El problema es que la contaminación de humo en el vino puede no manifestarse hasta meses después de la cosecha y los productores ni siquiera lo sabrían hasta que la bodega rechace sus uvas o reduzca su pago.

“Es posible que ellos (los productores) no se hayan enterado hasta febrero de que el humo había contaminado las uvas”, declaró Greg Merrill, vicepresidente ejecutivo de la compañía de seguros Pan American Insurance Services de Fresno, California.

Merrill y otros expertos en seguros aconsejan a los productores de uva de vino que presenten las reclamaciones, incluso si no terminan necesitándolas a largo plazo. El seguro de cosechas no es como el seguro de automóviles, señaló. Los productores no serán penalizados, y no perderán la cobertura solo por una reclamación.

Técnicamente, las pautas de RMA piden que los productores notifiquen los daños dentro de 72 horas después del evento que haya causado el daño, como, por ejemplo, humo procedente de incendios cercanos que soplan sobre viñedos en proceso de maduración, informó Lacey Menasco, especialista en administración de riesgos de RMA en Spokane, Washington, a los productores en la reunión anual de la Asociación de Uvas del Estado de Washington en diciembre de 2017.

“Sugiero que envíe una notificación de pérdida o daño de inmediato”, afirmó.

El plazo final es de 60 días después de la cosecha, informó Merrill. “Más allá de ese plazo, se requiere que la agencia de seguros lo deniegue”, aclaró.

De cualquier manera, los productores deben comenzar el proceso de seguros antes de saber con certeza si tienen contaminación de humo.

También deben comprobarla través de un laboratorio independiente, así como comenzar ese proceso antes de la cosecha.

El laboratorio evaluará los niveles elevados de guaiacol y 4-methylguaiacol, marcadores químicos más comúnmente asociados con el humo de acuerdo con la Asociación de Productores de Vino de California. La RMA ha actualizado sus directrices para esas pruebas a raíz de los incendios de 2017. Anteriormente, la agencia requería 24.8 microgramos de cada producto químico como umbral; ahora solo requieren un “nivel elevado”.

Los productores también necesitan una carta de rechazo de la bodega que indique el motivo del rechazo o la reducción del precio. También deben recoger muestras de 200 bayas por variedad del viñedo en cuestión antes de la cosecha. Los resultados de la prueba recibidos después de la cosecha son aceptables, pero las muestras de uva deben haberse recogido antes de la cosecha.

Mientras tanto, los investigadores están buscando más pistas sobre cómo el humo afecta el vino y cómo mitigar sus efectos. “Todavía hay mucho que aprender sobre la contaminación por humo”, aseguró John Aguirre, presidente de la Asociación de Productores de Vino de California.

Por ahora, la recomendación del seguro es contactar temprano a un agente, incluso si el humo solo está flotando en el horizonte, apuntó Merrill. No espere para saberlo con certeza. “Si tuviera que imaginar su temporada de cultivo ideal, imagínese eso y luego, en cualquier momento durante 2018 que se desvíe del ideal, tendrá la posibilidad de daños”.

– por Ross Courtney