Josh Minchow, de Harry & David, explica cómo el equipo de bombas de los pozos con impulsadores de frecuencia variable y sistemas de automatización permitió a la empresa aprovechar al máximo el limitadísimo suministro de agua de Bear Creek, al fondo, en el 2022. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)
Josh Minchow, de Harry & David, explica cómo el equipo de bombas de los pozos con impulsadores de frecuencia variable y sistemas de automatización permitió a la empresa aprovechar al máximo el limitadísimo suministro de agua de Bear Creek, al fondo, en el 2022. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

¿Se puede cultivar una pera en el árido noroeste con sólo 35 días de agua de riego? 

Esa era la situación aparentemente imposible a la que se enfrentaban los cultivadores y operadores de distritos de riego de la zona de Medford, Oregón, durante la sequía de la temporada pasada, que llegó tras la temporada del año 2021 en la que los canales se secaron a mediados del mes de julio. Pero la inversión de un agricultor en riego de precisión ayudó a toda la región a determinar el mejor camino. 

Matt Borman
Matt Borman

Matt Borman, vicepresidente de operaciones de huerta de Harry & David, -uno de los mayores productores de peras de la región-  en marzo del año pasado sabía que tenían solamente 35 días de agua almacenada y se preguntó cómo podían hacerlo mejor que el año pasado. “Fue sumamente difícil”, dijo Borman. Al repasar los datos de humedad del suelo del año 2021, vio que una semana más de agua podría haber sido suficiente para que más fruta cruzaran la línea de la meta.

Así es que Borman se asoció con científicos de la Universidad Estatal de Oregón (OSU) para compartir los datos de humedad del suelo de sus huertos del alrededor del valle y desarrollar un plan de previsión para el año 2022.

El viticultor de la OSU Alec Levin, el agrónomo Gordon Jones y el investigador postdoctoral Suraj Kar utilizaron los datos de las estaciones meteorológicas y también los datos de Harry & David para elaborar una previsión de lo peor que pueda pasar para la temporada. “Todo apuntaba a que, en el peor de los casos, ya íbamos dos semanas por delante del año pasado”, explica Levin. Y luego, por suerte, tuvimos un mayo húmedo, dijo.

El análisis de Levin dio a los tres distritos de riego de la región y a sus agricultores la confianza necesaria para retrasar el inicio de la temporada de riego. 

“Tuvimos la misma cantidad de agua de riego que el año pasado, pero no hasta el mes de julio”, dijo Levin. Ello supuso una diferencia significativa para las cosechas otoñales de peras y uvas, mientras que la primavera húmeda ayudó a los productores de heno a realizar el primer corte. 

Borman cree que superaron el año difícil debido a la suerte de tener una primavera húmeda, a los datos de humedad del suelo que mostraban que el riego podía esperar y a sus sistemas de riego de precisión.

“La única razón por la que estamos teniendo éxito, y no lo tenemos del todo, es porque los sistemas están automatizados”, afirma. 

Las peras de variedad Comice esperaban a ser cosechadas a principios de septiembre del año pasado en una huerta del área de Medford, Oregón, propiedad de Harry & David; en la cual, Matt Borman, vicepresidente de operaciones de la huerta, cree que el enfoque de precisión en el riego que tuvo la empresa dio por resultado el tamaño de la fruta que se consiguiera en una temporada con sólo 35 días de agua. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)
Las peras de variedad Comice esperaban a ser cosechadas a principios de septiembre del año pasado en una huerta del área de Medford, Oregón, propiedad de Harry & David; en la cual, Matt Borman, vicepresidente de operaciones de la huerta, cree que el enfoque de precisión en el riego que tuvo la empresa dio por resultado el tamaño de la fruta que se consiguiera en una temporada con sólo 35 días de agua. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

La ventaja de la automatización

En el año 2014, Borman empezó a revisar el sistema de riego de Harry & David para sus 1,500 acres de la variedad de pera Comice, repartidas en 20 fincas del valle del Rogue River, todas ellas con suelos y microclimas diferentes.

El esfuerzo comenzó con las nuevas plantaciones, que se instalaron con aspersores bajo los árboles y por goteo en algunos casos, en lugar de los sistemas aéreos tradicionales. Luego, la empresa amplió el programa de automatización también a las parcelas más antiguas. Según Borman, a los árboles viejos acostumbrados a los riegos largos, no les pareció importarles el cambio a los riegos más cortos y frecuentes que permite la automatización.

En una finca situada a lo largo de Bear Creek, Josh Minchow, el responsable del desarrollo de huertas de Harry & David, y Edgar Escobar, especialista en sistemas de la empresa en aquel entonces, mostraron a Good Fruit Grower la instalación de riego.  

Comienza a lo largo del arroyo, donde bombean el agua que el distrito de riego suministra a través del mismo arroyo, utilizando una bomba de accionamiento de frecuencia variable y tecnología de automatización de Ranch Systems, con sede en California.

Desde la base, cada nodo del sistema de riego de precisión cuenta con sensores de humedad del suelo, válvulas automatizadas, sensores de profundidad (no mostrados en la foto) y un nodo alimentado por energía solar que retransmite datos y recibe instrucciones de la estación base situada a una milla de distancia, a lo largo del arroyo. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)
Desde la base, cada nodo del sistema de riego de precisión cuenta con sensores de humedad del suelo, válvulas automatizadas, sensores de profundidad (no mostrados en la foto) y un nodo alimentado por energía solar que retransmite datos y recibe instrucciones de la estación base situada a una milla de distancia, a lo largo del arroyo. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

El bombeo de frecuencia variable es caro, pero puede gestionar la diferencia entre “un caudal pleno y una respuesta dosificada”, dijo Borman. “Si tengo un sistema que solo puede estar encendido o apagado pero el suministro de agua es la mitad de lo normal, de repente la bomba no funciona con ese poco caudal”, dijo. “Mientras que con una bomba de frecuencia variable al menos puedo estar echando un poco de agua cuando está disponible”.

Una antena alta puede transmitir por radio de onda corta desde la estación base de Ranch Systems en el arroyo a 26 nodos, uno en cada bloque, a más de una milla a través de la huerta. La estación base transmite los datos a través de la red celular a los móviles del personal clave y también a las computadoras en la oficina, donde Escobar elabora los planes de riego. 

“La asombrosa tecnología con la que disponemos para crear esos programas, junto con los sensores de humedad del suelo y del potencial hídrico de las plantas, nos dan herramientas para tomar esas decisiones diarias o semanalmente”, explica Escobar.

También reduce la demanda de mano de obra. Ahora, en lugar de tener dos turnos diarios de regadores, “podemos regar 24 horas al día, siete días a la semana, con muy poca intervención humana”, explica Minchow. Ahora los trabajadores de irrigación comprueban los aspersores, realizan tareas de mantenimiento y se aseguran de que todo funciona correctamente. 

La ejecución de series más cortas significó que el primer día en que se abrió el canal en julio, Harry & David dio a cada bloque unas cuantas horas de agua, dijo Borman, con lo que vino a cambiar que con el anterior sistema de rotación, algunos huertos habrían tenido que esperar casi una semana más para recibir su primer riego.

Edgar Escobar muestra cómo la aplicación para un teléfono móvil de Ranch Systems lo mantiene al día con los programas de irrigación, aunque no había ninguna programada, ya que el agua de riego se agotó unas semanas antes de la cosecha. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)
Edgar Escobar muestra cómo la aplicación para un teléfono móvil de Ranch Systems lo mantiene al día con los programas de irrigación, aunque no había ninguna programada, ya que el agua de riego se agotó unas semanas antes de la cosecha. (TJ Mullinax/Good Fruit Grower)

Eficiencia o resistencia

Muchos años antes de las recientes preocupaciones por el estrés hídrico, Harry & David experimentó con el riego sólo con goteo de un bloque joven. A Borman le gustó la idea de la eficiencia y la fertirrigación, y a medida que los árboles crecían, le gustaba lo que veía. 

“Nos dimos cuenta de que estos árboles estaban mejor equilibrados, utilizaban el agua de forma más eficaz y empezábamos a producir fruta más rápidamente”, afirma. El resultado era tan prometedor que cambiaron a riego por goteo otros dos bloques jóvenes, todos plantados en el año 2014. 

Pero en los años 2021 y 2022 los árboles regados por goteo sufrieron mucho más las consecuencias de sequía, posiblemente porque nunca tuvieron la necesidad de desarrollar un sistema radicular más robusto y de mayor alcance. Un bloque vecino, plantado al mismo tiempo con el mismo portainjerto de membrillo (el mismo tipo de raíz: quince) y que recibía el mismo riego limitado, pero a través de un sistema de aspersión, tenía mucho mejor aspecto y se habría podido cosechar si no hubiera caído granizo. 

De ahí el enigma para Borman cuando piensa en el futuro: Invertir en eficiencias como el riego por goteo que sólo funciona si el agua sigue siendo accesible cuando se necesita, cosa que los sistemas de riego de la región no siempre pueden ofrecer. 

“Un sistema más eficiente puede ponerte en peligro en los años de poca agua”, afirma. “Si me dijeras que sólo vamos a tener seis semanas de agua al año de aquí en adelante, tendría que replantearme nuestro plan, porque un sistema muy eficiente que valore ese recurso tiene que disponer de agua durante toda la temporada”.

Aun así, a pesar de la experiencia extrema de las dos últimas temporadas, Borman considera que invertir en la eficiencia del riego es el futuro. 

“Estás plantando algo que vivirá 40 ó 50 años. No estás plantando para el momento, estás planificando para el futuro”, dijo Borman. “Y el agua limitada parece ser el futuro”.

—por Kate Prengaman

Este artículo ha sido traducido por Jean Dibble y revisado por Jutsely Rivera. Puede ponerse en contacto con Jean en jean@goodfruit.com.