El sistema GUSS, o sistema de aspersión global autónomo ("Global Unmanned Spray System", por sus siglas en inglés), se abre paso a través de un huerto de nueces en California en 2017. El fabricante con sede en California está construyendo un prototipo de una versión más pequeña para trabajar en huertos de árboles frutales en la región del noroeste del Pacífico. (Cortesía de GUSS Automation)
El sistema GUSS, o sistema de aspersión global autónomo (“Global Unmanned Spray System”, por sus siglas en inglés), se abre paso a través de un huerto de nueces en California en 2017. El fabricante con sede en California está construyendo un prototipo de una versión más pequeña para trabajar en huertos de árboles frutales en la región del noroeste del Pacífico. (Cortesía de GUSS Automation)

Los fabricantes de un aspersor autónomo utilizado en los huertos de frutos secos de California han puesto su interés en los árboles frutales como su próximo mercado.

GUSS, un aspersor autónomo, ha logrado avances comerciales en las arboledas de almendros, pistacheros y nogales de California. La empresa con sede en Kingsburg ha vendido hasta ahora 46 unidades, cada una a un precio de $285,000.

Eso en sí mismo impresiona a Karen Lewis, una especialista de extensión en árboles frutales de la Universidad Estatal de Washington (WSU) y conocida por su conocimiento de la mecanización. Ella ha visto ideas ir y venir, mientras pocos clientes en realidad compran. En el caso de GUSS, los productores parecen estar firmando cheques.

 “No es algo que sucede todos los días en nuestro negocio”, indicó Lewis.

Los ingenieros de la empresa están construyendo actualmente un prototipo más pequeño, llamado Mini GUSS, para adaptarse a las estrechas hileras de árboles frutales y uvas para vino en espaldera. Las hileras de almendros, por el contrario, suelen tener 6 metros (20 pies) de ancho.

Los desarrolladores han terminado un 80 por ciento del Mini GUSS y han programado ensayos en viñedos de California y huertos de fruta de hueso con espalderas para este invierno cerca de Fresno, informó Gary Thompson, director de operaciones de la compañía. Planean traer un prototipo a Washington el próximo año.

“El próximo gran mercado objetivo al que nos queremos dirigir es el de la región del noroeste del Pacífico”, afirmó Thompson.

El Mini tendrá 1.8 metros (6 pies) de ancho, 1.7 metros (5 pies y medio) de alto y 6 metros (20 pies) de largo con un tanque de aspersión de 1514 litros (400 galones) impulsado por un motor diésel de marca Cummins de 3.8 litros. La compañía aún no ha decidido el precio del Mini GUSS, señaló Thomspon.

El sistema GUSS, o sistema de aspersión global autónomo (“Global Unmanned Spray System”, por sus siglas en inglés), utiliza una combinación de GPS, lidar y visión por computadora para guiarse a través de las hileras de los huertos. Una persona con una computadora portátil puede operar hasta ocho aspersores a distancia.

La interfaz de usuario del sistema GUSS permite que una persona opere hasta ocho aspersores a la vez desde una computadora portátil. (Cortesía de GUSS Automation)
La interfaz de usuario del sistema GUSS permite que una persona opere hasta ocho aspersores a la vez desde una computadora portátil. (Cortesía de GUSS Automation)

El mayor desafío es programar el vehículo para que funcione en áreas con una conexión al GPS poco fiable, como debajo de un dosel de árboles con espalderas en V, explicó Thompson. Ahí es donde entran en juego el lidar y la visión por computadora.

La compañía todavía realiza algunas aspersiones personalizadas, servicio con el cual comenzó sus operaciones en 1982. Sin embargo, para los productores que compran la máquina, el retorno de la inversión ocurre entre uno y tres años, indicó Thompson, según los estimados internos de la compañía y los informes de alrededor de una docena de productores. Esas proyecciones del retorno de la inversión toman en cuenta la mano de obra directa, pero omiten los aumentos de rendimiento y calidad debido a una mejor programación de los tratamientos y un menor riesgo de responsabilidad. Esos son más difíciles de cuantificar, agregó Thompson.

Gwen Hoheisel, especialista en Extensión de WSU, llama al GUSS solo una de las varias apasionantes formas “inteligentes” de herramientas de aspersión. GUSS se dirige por sí mismo, otros usan la modulación por ancho de pulsos y otros proporcionan un control más preciso al operador. Los productores deberán decidir por sí mismos qué es lo más importante. A medida que pase el tiempo, muchas de estas funciones trabajarán en conjunto. 

 “Eventualmente, todas estas tecnologías podrían ofrecerse en diferentes máquinas”, apuntó Hoheisel, quien se especializa en la capacitación sobre la aspersión.

Otros

GUSS no es el único equipo autónomo que podría ser útil para la industria de la fruta. Lewis también ha estado echándole un vistazo a Burro, una plataforma automatizada que se utiliza actualmente en la industria de uva de mesa de California. Algunos productores de arándanos han estado realizando ensayos con Burro en California y Nueva Jersey.

Los productores suelen utilizar la plataforma Burro para transportar bandejas o pequeños cubos de fruta recogida por el trabajador a la mesa de pesaje y viceversa. El sistema utiliza visión por computadora, con la ayuda del GPS, para conducir por sí mismo entre cubos, arbustos y otros obstáculos. También se le puede ordenar que siga a una sola persona, generalmente el jefe de cuadrilla que establece las hileras de trabajo por la mañana.

El Burro es un remolque autónomo con una plataforma, utilizado en las industrias de uva de mesa y arándanos para transportar bandejas llenas y cajones a la estación de pesaje. (Cortesía de Augean Robotics)
El Burro es un remolque autónomo con una plataforma, utilizado en las industrias de uva de mesa y arándanos para transportar bandejas llenas y cajones a la estación de pesaje. (Cortesía de Augean Robotics)

El fabricante de Filadelfia, Augean Robotics, tiene alrededor de una docena de clientes, declaró Charlie Andersen, director ejecutivo. Se trata de una combinación de clientes que alquilan entre seis y diez unidades durante unas semanas y algunos que han comprado las máquinas de inmediato. Para los compradores, la plataforma Burro cuesta $10,000 cada una, con una tarifa de servicio de $2,000 por año.

El retorno de la inversión es de aproximadamente un año, informó Andersen. Eso se basa en los propios análisis de la empresa de su trabajo con clientes que han obtenido un aumento de un 10 a un 35 por ciento en la eficiencia de cosecha de los mismos bloques de la misma variedad a la misma vez. Un robot suele asistir a entre seis y diez recolectores.

La empresa aún no ha intentado ingresar a la industria de los árboles frutales. “Hemos luchado para atender la demanda tal como está”, afirmó Andersen.

Lograr que la máquina se mueva por el viñedo es relativamente fácil, añadió Andersen. Puede que la compañía intente añadir funciones a la plataforma como la recopilación de datos y, más tarde, funciones de destreza, como la poda, a medida que avanzan, señaló. Esas funciones son más complicadas en el mundo de la robótica.

Lewis no estaba seguro de cómo encajaría la plataforma Burro en la industria de los árboles frutales, aunque los productores necesitan algo autónomo y pequeño que encaje entre las hileras. Quizás podría ayudar en algunas cosechas especiales de “pick-to-pack”, en las cuales el producto se recoge y se coloca directamente en el recipiente de envío. También piensa que la plataforma podría ser de utilidad para la investigación, donde podría ayudar a los científicos y asistentes de investigación a recopilar datos de manera más eficiente.

En lo que se refiere a la mecanización, los productores generalmente priorizan un rápido retorno en cuanto a inversión, fiabilidad y funcionalidad, explicó Lewis. Quieren saber si la herramienta realmente les funcionará. Incluso en buenos tiempos, los productores se muestran reacios a firmar cheques por grandes montos.

Por lo tanto, advierte a las empresas de tecnología futuras que deben llevar a cabo estudios sólidos, imparciales y veraces sobre el retorno de la inversión y que tengan en cuenta todos los costos y gastos, incluso aquellos que sean difíciles de cuantificar. Y recomienda ensayos de validación de campo, incluso si son costosos.

por Ross Courtney

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